Inza “apuró” a Arlía por la falta de avances en las obras para prevenir inundaciones en Azul

La presa “La Isidora”, licitada hace casi un año, no registra ningún avance en su construcción. Infraestructura culpa a los propietarios de los campos que se verían afectados por su construcción, aunque en la Comuna temen que no existan los fondos para llevarla a cabo.

Ayer, durante el encuentro propiciado por Daniel Scioli en aras de “contener” a intendentes de la Quinta y la Séptima Sección, el intendente de Azul, José Inza, aprovechó la ocasión para pedir explicaciones a Arlía sobre la falta de avances en la construcción de la represa La Isidora, una obra licitada hace diez meses, tras años de dilaciones, vital para evitar futuras inundaciones en esa ciudad.

Según el parte de prensa municipal, Inza expresó “su preocupación por la imposibilidad de comenzar con la obra de la represa La Isidora” y pidió a Arlía“que le proporcione mayor información sobre el estado de la obra y sobre quiénes son los propietarios de tierras que se niegan al inicio de la construcción de la represa”. La respuesta del funcionario fue “su compromiso y acompañamiento” para las gestiones necesarias.

La corrección política de las partes no ocultó la ostensible desconfianza de parte de la Municipalidad sobre la existencia de los fondos necesarios -148 millones de pesos-, en el marco de la profunda crisis económica de la Provincia. “Creemos que esos fondos no existen más, se fueron a sueldos”, dijeron fuentes de la comuna a INFOCIELO.

Al cuadro, de por sí preocupante, se suman ingredientes explosivos: la escalada inflacionaria de los últimos meses, devaluación mediante, hace que se estime que los costos se incrementaron hasta un 50% desde mayo de 2013.

Hay, además, serias objeciones sobre la “solución” que implicaría el sistema de la presa, ubicada sobre el curso medio del Arroyo Azul, unos 35 km aguas arriba de la ciudad, y consistente varios kilómetros de terraplenes que “regulan” la bajada de agua al casco urbano e inmediaciones de Azul.

Éstas se basan, puntualmente, en lo que ocurre “aguas arriba” de la obra, donde las áreas que se inunden no serán sujetas a expropiación, sino que se manejarán con un sistema de indemnizaciones para los propietarios de las tierras, una vez que se determinen los daños y perjuicios ocasionados ante cada eventual inundación.

En torno a esto giran los argumentos y las explicaciones que partieron de Infraestructura, aunque en el Palacio Municipal no tuvieron un efecto calmante. “Es una absoluta excusa, usaron el anuncio durante la campaña y ahora ven que no lo pueden cumplir”, evaluaron en estricta reserva.

El malestar “institucional” tiene su correlato en el ámbito político. Es que Arlíajugó fuerte en las últimas elecciones, donde logró cerca de 14 puntos de la mano de sus candidatos, miembros de su Peronistas sin fronteras, erosionando la colecta del oficialismo local.

Derrotero

En rigor, la financiación de La Isidora corre por cuenta del Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Plan de Infraestructura Provincial. La inclusión en ese programa no estuvo exenta de polémicas: Tras la última inundación de Azul, Scioli“pasó la pelota” a la Legislatura y presionó para que se conforme la Comisión Bicameral que terminó aprobando su inclusión en el plan de obras que maneja ese fondo.

Tomó varios meses la conformación de la Comisión, su inclusión en el plan de obras, y otros tantos la activación del proceso licitatorio. Ya en mayo de 2013 se estimaba que el plazo de ejecución tomaría más de 18 meses; el problema era entonces y sigue siendo a partir de cuándo se puede comenzar a contarlos.