Macri fue increpado en Tandil por un grupo de vecinos

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Un grupo de vecinos se reunió a la salida de la Parroquia del Santísimo Sacramento, con carteles con diferentes consignas, y lo increpó cuando subió a su camioneta y se retiraba del lugar.
El presidente Mauricio Macri fue insultado e increpado por manifestantes hoy cuando salía de la iglesia del Santísimo Sacramento en Tandil, donde pasa la Semana Santa con su familia. El hecho -que no pasó la frontera de la agresión verbal- se dio cuando otro grupo de personas felicitaba y saludaba al mandatario.
Macri había llegado a la iglesia en compañía de su hija más chica, Antonia, y fue increpado por un grupo de manifestantes cuando se subía a su camioneta. Las personas que lo abordaron tenían carteles que pedían por la libertad de Milagro Sala y también en reclamo de la paritaria nacional docente.

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«Macri pará la mano», decía otra de las pancartas que llevaban los vecinos que protagonizaron el episodio, que solo fue un momento incómodo para el jefe de Estado y no pasó a mayores. Es más, él mismo se fue manejando. Todo ocurrió cuando el líder del PRO era felicitado por otro grupo de personas.
En la iglesia, el Presidente se reunió con el intendente Miguel Lunghi y el padre Raúl Troncoso, párroco del lugar.
Luego del encuentro, el intendente Lunghi dijo a medios locales que la reunión con Macri fue «amena» y que le agradeció «todas las obras» que se llevan adelante en Tandil con fondos de Nación, aunque también hubo lugar para pedidos, «como por ejemplo, más viviendas sociales».
El jefe comunal contó que le regaló al Presidente «una réplica de la Piedra Movediza, para que la ponga en su despacho», y que el mandatario le aclaró que «sólo vino a descansar, y no quiere molestar con actos y eventos».
El padre Troncoso también hizo referencia al encuentro. «Fundamentalmente hablamos del tren, le dije que las dificultades (para recuperar el servicio) no son tantas», puntualizó. Y agregó: «Lo importante es que se le ha cambiado la idea de que eso es imposible».
«Hace mucho bien venir acá al lugar de mis raíces, contactarme con momentos de mi infancia», destacó el mandatario y reiteró su compromiso de «querer ayudar a los tandilenses y a los argentinos».
Antes del escrache
En su ciudad natal, Macri visitó la casa de su familia materna, los Blanco Villegas; y pasó por un local de venta de charcutería.
En diálogo con Eco, también dijo que «había comprado un par de kilos de queso, que le mostró la casa de su abuela a su hija Antonia» y le recordó el consejo de «hacer la siesta siempre, antes de ir a jugar».

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