Alejandro Patronelli, del Dakar a las pistas

Acá no hay palmadas ni pedidos de autógrafos. Tampoco la sensación de sentirse ganador en su medio. No hay cuatriciclos ni ambiente Dakar. Al contrario. El glamour que suele desplegar la categoría Punto Abarth Competizione se contrasta con los paisajes desérticos de la competencia que lo expuso en la popularidad del triunfo. Alejandro Patronelli, dos veces ganador de la mítica prueba, probó por primera vez un auto de competición. Aquel campeón que domina geografías extremas fue principiante en el vértiginoso mundo de la velocidad en pista.

«La verdad es que estoy ansioso. Jamás en mi vida me subí a un auto de carrera. Ni circulé por un autódromo a máxima velocidad. Ni siquiera con un auto antiguo ni en los circuitos zonales de mi zona (Las Flores y alrededores). Por eso esta sensación de la primera vez, tan especial», confesó Patronelli, que aceptó la invitación de los dirigentes de la Punto Abarth Competizione para girar en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, de la Ciudad de Buenos Aires.

Se trata de la categoría de monomarca de mayor tecnología en la región, con autos de más de 210 HP de potencia y con prestaciones asombrosas para el medio local. Y acompaña al Súper TC 2000 en el calendario oficial con un glamoroso búnker, en el que suele distinguirse el empresario Cristiano Rattazzi, uno de los protagonistas que despuntan el vicio del pilotaje en esa categoría. Con él también compartió la jornada Patronelli, que realizó muy buenos tiempos entre los aspirantes a las butacas de los Abarth.

-¿Cuál fue la sensación en tu primera salida?

-Ansiedad, pero también el nerviosismo por querer conocer cada detalle del auto, del circuito, de los tiempos para cada cosa. Claro que no es fácil. Y uno en cada vuelta se da cuenta de que se puede ir un poquito más veloz. Por ser mí primera vez, realmente estoy muy conforme.

-Se supone que la primera salida a la pista no se compara con el inicio de cada etapa del Dakar.

-Por supuesto. El Dakar es único, por todo lo que significa. En este caso, acá tengo que aprender mucho. Estoy muy contento por el clima que se respira aquí. Las instrucciones de Gustavo (Der Ohanessian, el director deportivo de la marca) y de Bruno (Marioni, el ex futbolista actual campeón de la disciplina) me permitieron entrar en confianza muy rápidamente.

-¿La idea es competir todo el año en esta categoría?

-Sí. Quiero correr para pelear por algo. Y participar de todas las fechas. Es para tomarlo en serio. Y creo que para mi primer paso en el automovilismo, esta categoría es por demás competitiva.

-La temporada comenzará en el promocionado circuito callejero de Buenos Aires. El año pasado la carrera fue presenciada por un millón de personas. Este año habrá una expectativa similar justo en tu debut. ¿Te condiciona?

-Al contrario. Me gusta mucho que haya mucha gente. Eso es lo que tiene el Dakar en la Argentina, que cuenta con una pasión y un fervor inigualables. Claro que me gustaría que haya muchísima gente.

-¿Tu hermano Marcos se sumará a esta experiencia?

-Posiblemente. Debería haber venido a probar. Creo que estará en otra jornada que realice la categoría. Es posible que estemos los dos aquí.

-Este año estuviste ausente y ganó Marcos. ¿Ambos estarán juntos en el próximo Dakar?

-Es la idea. La verdad es que sufrí muchísimo viendo el Dakar por televisión. Prefiero largar y abandonar en la primera especial que no anotarme. Seguía los tiempos por Internet y cada vez que se transmitía por televisión estaba prendido. Para estar así sufriendo a la distancia, es preferible correr. Nunca más me quedo afuera.

FUENTE: LANACIÓN