Encontró dos yarará en el patio de su casa

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Rubén Cabrera se encontraba en el patio de sus casa, ubicada en Martín Fierro e Independencia, disfrutando de unos ricos mates, aprovechando la tarde de verano.
En medio del paisaje, se acercó a una calandria que parecía insistente con querer agarrar algo del suelo y para su sorpresa era un pichón de yarará. No obstante con eso siguió mirando el patio de su casa en un rincón encontró a otra yarará.
Es frecuente encontrar estas yarará al aire libre durante los meses de calor intenso, entre diciembre y febrero, Parece que la temperatura agradable de este verano invitó a la víbora a salir de su refugio y dar un paseo.
Estos animales encuentran de forma natural, y en ocasiones también en cercanías a las viviendas, por lo que se debe tener en cuenta que existen ejemplares de culebras parecidas a estas víboras, donde las primeras no implican ningún peligro para la salud pero las segundas sí.
Según un informe emitido por el Ministerio de Salud de la Nación, la única característica fácil de identificar e “indiscutible” de las víboras es la presencia de la llamada “foseta loreal”. Es decir, si el animal presenta un orificio en la zona ubicada delante del ojo, detrás de las fosas nasales y encima de la boca, llamada “loreal”, es posible afirmar que se trata de una de una víbora e implica un riesgo para la salud. Mientras que si ese orificio falta, se trata de una culebra o de una boa. También se las puede identificar observando la cabeza, ya que si un ejemplar posee cabeza redondeada, o no tiene la cabeza triangular con el cuello marcado, no es una víbora, por lo que no implica ningún peligro.
La yarará, una víbora del género Bothrops, presenta diversos tamaños y diferentes dibujos a lo largo de su cuerpo, según se trate de una variedad u otra. Pero el tratamiento a una mordedura es similar, sin importar qué ejemplar haya sido el responsable de la lesión.
Ante todo, el afectado debe asistir de inmediato al centro de salud más cercano para que le sea aplicado el antídoto antiofídico. Por ello, para favorecer la recuperación de la herida, se debe evitar:
– Hacer torniquetes. Esta medida agrava el bloqueo del flujo sanguíneo, favorece el síndrome isquémico-edematoso y la necrosis.
– Realizar cortes en el sitio de la mordedura, pues estas medidas destruyen tejidos y pueden limitar las funciones.
Inyectar antiveneno en el sitio de la mordedura.
– Medidas de uso popular como: suministrar bebidas alcohólicas como estimulantes o para mitigar el dolor, la inyección o colocación de sustancias como vinagre alcohol, kerosene, etc., en la zona de la mordedura, realizar cortes en la herida para succionar veneno, etc.
El susto no fue menor para Rubén, así como tampoco la sorpresa. De todos modos, a pesar del episodio que no implicó ningún tipo de lesión, no dudó en tomar su teléfono para sacar fotos y advertir a la población para que tenga cuidado.

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